La asistencia sociosanitaria en el domicilio es un campo importante en el contexto de la Dependencia en España. El cuidador debe tener un perfil acorde con los retos y necesidades de la persona dependiente.
El abordamiento legal integral de la dependencia en España es muy reciente. De un lado, la evolución demográfica y social impone, como ya ha sucedido en otros países desarrollados, el establecimiento de unas leyes que regulan los diferentes aspectos y actores que concurren, así como los procedimientos de su implantación y control.
De otro lado, como todo lo que comienza, el abordamiento de la dependencia se ve sujeto a diversos obstáculos y dificultades circunstanciales que condicionan su aplicación. Con la presente aportación queremos exponer muy breve y resumidamente uno sus aspectos, el que se indica en el título, desde la perspectiva del profesional encargado del cuidado y atención de la persona dependiente.
Concretamente, queremos dar a conocer, sugiriendo, sin pretender ser exhaustivos, lo que se espera de un/a cuidador/a reconocible como profesional de la asistencia; y las ventajas que conlleva que ésta se desarrolle en el domicilio de la persona asistida. Con ello, pretendemos aportar desde nuestra experiencia en el sector esta pequeña contribución al logro del objetivo que, a fin de cuentas, persigue el marco legal en este asunto, que no es otro que la dignificacion y la mejora de la situación de la persona dependiente y la de quien le asiste.
Nos encontramos en un ámbito donde las personas mayores, personas enfermas, personas jóvenes y niños en situación de dependencia van a ser el objeto del trabajo, objeto tan delicado y valioso como que se trata de sujetos y con una situación que podemos denominar de frágil. Antes de proyectar nuestro futuro laboral en este campo, hemos de conocer el tipo de actividad a desempeñar, y valorar con detenimiento si estamos capacitados para lidiar con la decadencia vital, las enfermedades, las discapacidades, y lo más importante, con personas que van a necesitar de unos cuidados muy específicos, y para las que en ocasiones habremos de ser sus ojos, sus manos, sus oídos o sus piernas… entre otras actuaciones. Es un trabajo duro pero también muy gratificante a nivel humano. Una cierta vocación de ayuda al otro, una actitud empática, pero también una idoneidad profesional son necesarias para desempeñarlo cabalmente.
Cualidades que ha de tener el/la asistente:
* Responsabilidad en el trabajo cotidiano.
* Buena adaptación al medio donde desarrolla su labor.
* Capacidad resolutiva.
* Lealtad, honradez, prudencia, respeto hacia sí mismo y hacia el asistido.
* Equidad, tratando a todas las personas dependientes con el mismo interés.
* Estabilidad emocional.
* Saber expresar y aceptar el afecto: la calidez, estimación y cortesía son insustituibles.
* Buena estructuración y organización de las tareas tanto en el tiempo como en el espacio.
* Habilidad comunicadora, en el lenguaje verbal como en el gestual.
* Detección de necesidades y diferenciación de las reales y respecto de las ficticias, así como de las demandas inadecuadas.
* Acierto y tacto en la imposición de límites.
* Una completa formación en materia legal, sanitaria, psicológica, social y doméstica.
Y entre sus funciones:
* Aseo y vestido de quien no puede hacerlo por sí mismo o, en su caso, ayuda en la realización de tales menesteres potenciando la autonomía de la persona asistida.
* Administración de alimentos, incluida la alimentación artificial.
* Seguimiento sanitario de constantes vitales, de la medicación y de la aplicación de técnicas para la mejora de las capacidades físicas y psicológicas.
* Traslado, movilización, deambulación y posicionamiento de un usuario en función de su grado de dependencia mediante los correspondientes procedimientos técnicos de enfermería.
* Asistencia sanitaria de urgencia con aptitud para determinar la más adecuada en función de la situación y grado de aplicabilidad.
* Mantenimiento, limpieza y organización del domicilio en que presta asistencia, incluyendo el cocinar y aplicación de dietoterapia según necesidades.
* Análisis y ejecución de las intervenciones para la resolución de gestiones de las personas dependientes y de su entorno familiar, favoreciendo su acceso a los recursos y servicios comunitarios ofrecidos por las administraciones y otras organizaciones y entidades.
* Administración y control de los gastos del domicilio, priorizando y racionalizando los mismos, en función de los ingresos y de las necesidades de cada miembro de la unidad convivencial.
Creemos que una persona necesitada de la ayuda de otra para llevar a cabo actividades básicas de su vida diaria y que requiere apoyo sanitario, donde mejor puede estar, siempre que la situación lo permita, es en su domicilio y atendida por un profesional de la asistencia sociosanitaria.
Por otra parte, la familia también puede estar tranquila y disfrutar del denominado “respiro familiar” en el conocimiento de que su ser querido se encuentra atendido en todos los aspectos. Ello no significa olvidar que la presencia y el cariño de los familiares y amigos siempre serán bienvenidos y actuarán de forma muy positiva en la persona necesitada de asistencia.