Después de correr llegamos a casa satisfechos por nuestra hazaña pero horror; las zapatillas están hechas un asco… A continuación te explicamos como lavar las zapatillas de running.
Lo primero que todos pensamos es en abrir la lavadora y adentro, pero es un gran error ya que podemos echarlas a perder o reducir las propiedades de los materiales técnicos.
Las ponemos en un recipiente con agua templada y jabón neutro. Ahí las dejamos durante 30 minutos hasta que se reblandezca la suciedad. Una vez pasado este tiempo, en el mismo recipiente y con la misma agua, las frotamos con un cepillo con las cerdas suaves. Después, se sacan del agua y se aclaran.
Si vemos que ya están limpias, las pondremos a secar. Aunque nunca al sol, ni junto a una fuente de calor, ya que esto podría deformarlas. Lo ideal es ponerlas a la sombra, en un lugar seco e incluso rellenarlas con papel de periódico para que absorban la humedad. Las plantillas y los cordones sí pueden ser lavados a máquina.
Ahora sólo nos quedará esperar a que se sequen para salir de nuevo a disfrutar haciendo kilómetros.